A pesar de Open Banking Al estar disponible en el mercado desde hace bastante tiempo, los consumidores todavía se sienten inseguros sobre cómo se aplica y cómo les permite poseer y compartir de forma segura sus datos financieros. A la lista cada vez mayor de terminología financiera se suma Finanzas abiertas, que en ocasiones se utiliza indistintamente con Open Banking a pesar de no ser lo mismo. Analicemos el verdadero significado de Open Finance y comprendamos la relación que tiene con Open Banking.
¿Cómo comenzó todo?
Open Banking estableció el marco que permite a los usuarios compartir sus datos bancarios y su capacidad para realizar transacciones entre bancos, empresas de tecnología financiera y proveedores externos a través de interfaces de programación de aplicaciones (API). Tras la aprobación de una Directiva de Servicios de Pago revisada (PSD2) en 2015 por parte del Consejo de la Unión Europea, un ejemplo temprano de implementación de Banca Abierta se remonta al Reino Unido en 2016, cuando la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) estableció las requisitos para que nueve de los bancos más grandes del Reino Unido permitan a las empresas fintech acreditadas acceder a los datos de los consumidores, tras una investigación que concluyó que los bancos más grandes y establecidos no estaban haciendo lo suficiente por los consumidores.
Con Open Banking y el uso de API, los proveedores externos pueden desarrollar aplicaciones y servicios que agreguen valor a los consumidores, ya sea creando una experiencia de usuario más coherente, brindándoles información personalizada basada en datos o incluso haciendo que los pagos sean más fluidos. La Banca Abierta ha contribuido a un mayor crecimiento, innovación y competencia dentro del sector financiero y, desde entonces, muchos países de todo el mundo han encontrado formas de adoptar prácticas regulatorias de Banca Abierta para brindar a los usuarios mejores experiencias financieras.
¿Qué son las Finanzas Abiertas y en qué se diferencian?
Open Finance es el siguiente paso apropiado en la evolución de la Open Banking. En esencia, es un marco de intercambio de datos que permite a los consumidores autorizar a un conjunto más amplio de instituciones a compartir sus datos personales creados por sus servicios financieros con terceros, permitiendo así un mayor acceso a los servicios financieros en un mercado competitivo y abierto. Open Finance amplía el alcance de Open Banking al incluir más fuentes de datos que los consumidores pueden aprovechar y difundir para permitir a las organizaciones crear nuevos servicios y ofertas financieros vinculados a datos tomados de los activos y pasivos de los usuarios, adaptándolos específicamente a su situación financiera actual. y requisitos.
Open Finance va más allá del alcance de los datos financieros disponibles en las instituciones en las que los usuarios realizan operaciones bancarias o en las que invierten. Incluye datos de fuentes como pólizas de seguro, servicios públicos y facturas de teléfono, impuestos y otros proveedores de servicios, como fondos de pensiones, que cubren toda la huella financiera de los consumidores. Aprovechar estos puntos de datos permite a los bancos comprender mejor a los usuarios, lo que les permite crear nuevos productos financieros adaptados a sus necesidades específicas. La principal diferencia entre Open Banking y Open Finance tal como está actualmente es que, a diferencia de Open Banking, Open Finance no tiene actualmente un marco regulatorio legal como PSD2, aunque iniciativas como la de Australia Derecho de datos del consumidor (CDR) La regulación pretende cubrir ese alcance más amplio, y el Reino Unido La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) ha iniciado una investigación en los requisitos regulatorios para las Finanzas Abiertas.
¿Cómo beneficia Open Finance a los consumidores?
En el marco de Open Finance, cualquier información financiera creada en nombre de los consumidores por las instituciones que utilizan será propiedad de los consumidores y nadie más y estará controlada por ellos. Cuando los datos sean posteriormente reutilizados por cualquier otro proveedor de servicios, se realizará con el consentimiento informado del consumidor y de forma ética y segura.
Las instituciones financieras, las carteras de inversión, las autoridades fiscales, los proveedores de seguros y otros emisores de facturas se convertirían en proveedores de datos para los clientes. Los proveedores externos, como las empresas de tecnología financiera o los propios titulares, accederán a los datos de los clientes y ofrecerán productos personalizados que mejor se adapten a las necesidades de los consumidores. Esto ayudará no solo a los usuarios, brindándoles un acceso más fácil a una visión general integral de sus finanzas y ayudándolos en su camino hacia el bienestar financiero, sino que también ayudará a las instituciones financieras y proveedores de servicios a crear mejores productos y servicios, ser más eficientes y establecer mejores relaciones con sus clientes. usuarios a largo plazo.
La Banca Abierta tal como la conocemos ha iniciado una transformación de los servicios financieros al fomentar el crecimiento y la colaboración en una industria tradicionalmente cerrada y aislada. El acceso a la información conduce a decisiones financieras más saludables para todos.
A nivel mundial, alrededor de 1.700 millones de personas no cuentan actualmente con servicios bancarios. Para los consumidores que no tienen acceso a cuentas bancarias tradicionales y servicios financieros como préstamos y tarjetas de crédito, se espera que Open Finance democratice el acceso a estos servicios. Un intercambio abierto de datos permitirá a las instituciones financieras, tanto nuevas como tradicionales, comprender mejor la situación financiera de los usuarios no bancarizados y tal vez incluso apoyarlos con consejos de gestión financiera basados en sus gastos y hábitos de consumo.
Conclusión
La evolución de la Banca Abierta hacia las Finanzas Abiertas tiene como objetivo hacer que los servicios financieros y la banca digital sean más transparentes, al tiempo que permite a los usuarios elegir quién obtiene acceso a sus datos, haciendo que los servicios financieros sean más inclusivos, competitivos y accesibles en el largo plazo. Para acelerar los niveles de adopción de las Finanzas Abiertas es necesaria la transformación constante de las infraestructuras bancarias digitales. Open Finance también permitirá a las empresas obtener acceso a datos más relevantes y permitir la entrega de soluciones fintech escalables que se ajusten a las necesidades de las generaciones futuras.